'Más allá de la vida' Clint Eastwood

Uno podría pensar que con 80 años cumplidos, las razones que llevaron a Clint Eastwood a concretar Más allá de la vida son más que obvias. Sin embargo, este prolífico actor y director –que en los últimos años ha aprovechado el éxito de sus proyectos para no desperdiciar un minuto– niega que haya sido su propia mortalidad lo que le llevó a interesarse en el guión que le envió el premiado Peter Morgan. El filme explora la mortalidad a través de tres historias que se interrelacionan, la de una periodista (Cecile de France) que se salva milagrosamente de morir en el tsunami de Indonesia, un niño que pierde a su hermano gemelo y busca desesperadamente a un médium que pueda comunicarse con él, y un hombre (Matt Damon) que tiene la capacidad real de poder comunicarse con los muertos. Decidido a no perder un minuto, Eastwood ya trabaja intensamente en una biopic de J. Edgar Hoover –el todopoderoso jefe del FBI– que llegará a los cines el año próximo protagonizada por Leonardo Di Caprio.

¿Qué fue lo que le intrigó del proyecto?

Cómo lidiar con la vida después de la muerte. Es verdad que casi todas las religiones tienen sus ideas sobre el más allá, pero Más allá de la vida me parecía interesante porque no es un proyecto estrictamente religioso. Creo que a todo el mundo –crea o no– nos intrigan los relatos de la gente que ha estado a punto de morir y que dicen haber visto algo del otro lado. Lo cierto es que Peter Morgan logró incorporar todas las miradas sobre el más allá de una manera muy astuta a través de estos personajes, particularmente el de Damon, quien es supuestamente la única persona que puede ver si hay vida después de la muerte. También me gustó que expusiera a los charlatanes, aquellos que se ganan la vida mintiendo sobre este tema. Me atrajo que el personaje de Matt fuera un héroe a pesar suyo, que vive su don como si fuera una condena. También me gustó el final, muy romántico. Y yo soy un romántico empedernido...

¿Y qué es lo que piensa usted con respecto a la muerte?

Que lo que me toque... pues será lo que me tendrá que tocar. Lo cierto es que no pienso demasiado en el más allá, porque yo creo firmemente que a cada uno le dan una sola oportunidad para vivir en este mundo, y ya sea que creas que te la ha dado Dios o la naturaleza, tienes que aprovecharla al máximo, tratando de dedicarte a la profesión que elijas, ya sea novelista o chef. Pero hay que aprovechar la vida que te toca, porque es tu única posesión real. Esa es la carta que te toca y depende de ti lo que hagas con ella. Pero si estás pensando todo el tiempo en cómo va a ser el final, no vas a poder disfrutar del presente. Por eso me gusta tanto la frase que Matt Damon le dice a Jay Mohr: “Una vida que gire en torno a la muerte no es una vida que valga la pena vivir”.

¿Ha estado alguna vez al borde de la muerte?

Por supuesto. Me acuerdo que cuando era muy crío mi papá me llevaba al mar en sus hombros. Una vez me caí en el agua y todavía hoy tengo el recuerdo –aunque en ese momento tenía cuatro o cinco años– del color del agua y de ese mal momento, como si las olas me hubieran arrastrado al fondo, hasta que salí a la superficie otra vez. Pero a esa edad uno no se pone a pensar en estas cosas. Es como si solamente las atravesaras. Todavía no se tiene conciencia de cosas espantosas, aunque muchas pasan por tu mente. Muchos años después, cuando tenía veintiún años, era pleno invierno y estaba en un avión en el norte de California que estaba perdiendo altura rápidamente. Era evidente que nos íbamos a estrellar y yo me pregunté si debería estar pensando en mi muerte, pero sólo pude pensar en unas luces que veía a la distancia. Pensaba que allí debía haber alguien tomándose una cerveza junto a un hogar, y que a mí me hubiera encantado estar en esa misma casa compartiendo esa cerveza. En ese instante me di cuenta que todo iba a estar bien, que íbamos a sobrevivir. Esa era mi determinación y no porque creyera que había un destino escrito ni nada de eso. Creo que cuando tu hora llega de verdad uno no tiene la oportunidad de pensar nada. Si puedes pensar, entonces significa que vas a estar bien.

Ya está preparando su próxima película. ¿De dónde saca las energías para estrenar una película por año?

Es que a mí me gusta trabajar. Me encantan los nuevos desafíos. Generalmente mi inspiración es un buen libro, o un buen guión. Disfruto mucho de cada filmación, y no estoy seguro de que requieran tanta energía. Yo me lo paso muy bien y eso es lo que cuenta.

¿Pero por qué todo el tiempo busca hacer películas que no se parezcan a las anteriores?

Porque siempre busco nuevos desafíos. Creo que todos aquellos que hacen películas están buscando hacer cosas que sean nuevas. Yo me podría haber dado por satisfecho manteniéndome dentro de los géneros por los que me hice conocido muchos años atrás. Pero durante la última década, he estado haciendo películas que eran diferentes para mí. Creo que tiene que ver con lo que le decía de aprovechar al máximo tu vida, de aprender y experimentar cosas nuevas.